La rinitis alérgica promueve la apnea del sueño

Los trastornos del sueño, como la apnea del sueño, son a menudo las causas de la rinitis alérgica. De hecho, la apnea del sueño suele ir acompañada de congestión nasal, ataques de asma y alergias.

La contaminación de los espacios cerrados como nuestras habitaciones, nuestros lugares de trabajo o incluso las aulas escolares son lugares que tienen efectos nocivos en la calidad de nuestra respiración.

Comprender mejor el vínculo entre las alergias y los trastornos respiratorios es esencial para el cuidado adecuado de las personas con trastornos del sueño. Los estudios científicos muestran que la rinitis alérgica aumenta el riesgo de apnea del sueño.

La apnea del sueño afecta aproximadamente a una de cada seis personas en todo el mundo. Al mismo tiempo, entre el 20% y el 30% de la población padece rinitis alérgica. Las personas con alergias tienen más probabilidades (un aumento del 44 %) de desarrollar apnea del sueño. Además, casi el 60 % de los adultos con rinitis alérgica y el 90 % de los niños tienen trastornos del sueño. Los estudios también muestran que cuanto más grave es la rinitis alérgica, más graves son los trastornos del sueño, como la apnea del sueño. Finalmente, más del 60% de los niños alérgicos roncan.

Estos resultados no dejan lugar a dudas. La alergia es un factor que aumenta el riesgo de apnea del sueño.

¿Por qué la alergia promueve la apnea del sueño e interrumpe el sueño?

La rinitis alérgica provoca congestión nasal. Esto tiene el efecto de obligar a la persona a respirar por la boca. El resultado de esta obstrucción nasal es que el individuo a menudo acaba roncando. El ronquido no permite un paso fluido del aire a través de las vías respiratorias. Así, se producen interrupciones involuntarias de la respiración que tienen el efecto de microdespertares que interrumpen el sueño.

Una nariz tapada desde la infancia y la dificultad para respirar por la nariz durante la noche promueven la respiración por la boca. Estos a veces inducen cambios anatómicos en las vías respiratorias durante el desarrollo del niño. Estos defectos de crecimiento afectan principalmente el paladar estrecho y arqueado que se encuentra comúnmente en personas con apnea del sueño.

Además de aumentar el riesgo de apnea del sueño, la rinitis alérgica interrumpe el sueño en la mayoría de los casos. La falta repetida de aire durante la noche afecta el ciclo del sueño y los ritmos circadianos que regulan las diferentes fases del sueño.

Otro vínculo entre la rinitis alérgica y los trastornos del sueño es la histamina. Esta hormona juega un papel importante en el sistema inmunológico. Durante un ataque alérgico, la histamina se secreta fuertemente. Al mismo tiempo, sabemos que la histamina regula el ciclo sueño-vigilia. Por lo tanto, un alto nivel de histamina sin duda causará trastornos del sueño.

Lo que podemos concluir

Estos estudios permiten una mejor atención de las personas que padecen alergias crónicas y apnea del sueño. Los alergólogos deberían, sobre la base de este trabajo, interrogar a sus pacientes con rinitis alérgica sobre su sueño y, en particular, tratar de averiguar si no padecen apnea del sueño. Por el contrario, pueden aconsejar a las personas con trastornos del sueño y apnea del sueño que sigan una evaluación alergológica completa.

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