Investigadores estadounidenses han estudiado los vínculos entre asma y apnea del sueño. Sus resultados muestran claramente que los asmáticos son más propensos a padecer este trastorno. Entre los cientos de personas que siguieron, las tasas de personas con apnea del sueño fueron significativamente más altos entre los asmáticos.
El factor de asma que contribuye a la apnea del sueño
Asma es una enfermedad respiratoria inflamatoria de los bronquios. Los tejidos del tracto respiratorio sufren de hipersensibilidad y se inflaman en respuesta a diversas irritaciones. Durante un ataque de asma, los bronquios se estrechan, se bloquean y no permiten que el aire pase a los pulmones. Después de estas inflamaciones, la persona siente presión en la caja torácica, dificultad para respirar y, a menudo, sibilancias y tos que en algunos casos pueden causar la muerte.
Un equipo de investigadores de Wisconsin estudió a pacientes, algunos de los cuales sufrían de asma. Al inicio de su investigación, los pacientes no presentaban signos de apnea del sueño. A lo largo de los años, los científicos han podido observar que, entre las personas que presentan los síntomas de apnea del sueño, el número de los asmáticos es proporcionalmente mayor que los demás. Asma es, por tanto, un factor que aumenta significativamente el riesgo de apnea del sueño.
Los científicos saben desde hace mucho tiempo que apnea del sueño muy a menudo se acompaña de otras patologías. La obesidad, la diabetes o la hipertensión arterial son enfermedades que a menudo se diagnostican en pacientes con la apnea del sueño. Gracias a estos estudios sabemos que asma se añadirá a esta lista.
¿Cuál es la relación entre el asma y la apnea del sueño?
Se han propuesto varias hipótesis para explicar por qué las personas con asma eran más propensos a desarrollar apnea del sueño. La primera explicación es que los asmáticos muchas veces son personas con sobrepeso. Sin embargo, apnea del sueño afecta en la mayoría de los casos a las personas que padecen obesidad. Además, es muy difícil tratar el problema del sobrepeso en estos pacientes.
De hecho, los asmáticos se tratan en la mayoría de los casos con corticoides. Estos medicamentos a menudo dan como resultado un fuerte aumento de peso y un debilitamiento significativo de los músculos y los huesos. Por lo tanto, la mejor solución para los asmáticos sufrir de apnea del sueño es el ejercicio regular.
Según otros investigadores, el vínculo entre asma y apnea del sueño se explica por los tratamientos seguidos por los asmáticos. A base de cortisona, estos antiinflamatorios tienen el efecto de causar efectos nocivos en las vías respiratorias. Las grasas que se acumulan en la garganta espesan los tejidos con el tiempo, provocando que las vías respiratorias se estrechen. Así, la respiración se vuelve es cada vez más difícil. Los conductos de aire obstruidos no permiten que el oxígeno pase fácilmente. El resultado es que la persona tiene dificultad para respirar, ronca y sufre interrupciones involuntarias en la respiración.
La superposición de estas dos patologías, asma y apnea del sueño, aumenta el riesgo de evoluciones críticas. De hecho, la principal consecuencia de estas dos enfermedades es una disminución de el suministro de oxígeno a los diversos órganos del cuerpo, por lo que el riesgo de complicaciones cardiovasculares y accidentes cerebrovasculares es elevado.
Estos estudios muestran cuán grave apnea del sueño es, especialmente en personas con asma crónica.
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